A lo largo de las últimas décadas, la ciberseguridad se ha convertido en un tema de importancia estratégica para todos los países. A medida que las sociedades y las economías se vuelven más interconectadas digitalmente, surgen desafíos cada vez mayores en cuanto a las posibles implicaciones para la seguridad de esta excesiva dependencia de las tecnologías digitales para el desarrollo. Sin embargo, esto no significa que todas las sociedades estén conectadas a Internet o tengan pleno acceso a los beneficios derivados de la promesa de las tecnologías digitales.
Si bien los países latinoamericanos han adoptado un ritmo acelerado de digitalización, también han tenido que desarrollar políticas, estrategias, mecanismos e instituciones para abordar algunas de las amenazas y riesgos de seguridad que han surgido a lo largo de las últimas décadas, como los relacionados con el cibercrimen, infraestructuras críticas y el desarrollo de una cultura de la ciberseguridad. Según el Índice de Ciberseguridad Global (GCI) de la Unión Internacional de Comunicaciones (UIT), Brasil, México, Uruguay, Chile y Colombia son los países latinoamericanos mejor clasificados en la región de las Américas (UIT, 2020). Sin embargo, los países de la región están clasificados a nivel mundial entre el 18 y el 119, lo que destaca los diferentes niveles de preparación y desarrollo en ciberseguridad dentro de América Latina.
Este documento se centra en el caso de Brasil. Al ser uno de los países y economías más grandes de la región, Brasil se ha enfrentado a una digitalización y un desarrollo desenfrenados de instituciones relacionadas con la ciberseguridad desde principios de la década de 2000. También ha desempeñado un papel destacado a nivel internacional en la defensa de la privacidad, los derechos humanos y la gobernanza de Internet de múltiples partes interesadas en diferentes foros internacionales. En cuanto a las políticas, el país ha desarrollado principios para la gobernanza de Internet, ha publicado su propia Declaración de Derechos de Internet y ha mejorado sus capacidades de ciberseguridad en el contexto de albergar múltiples eventos internacionales, además de haber publicado su Estrategia Nacional de Ciberseguridad y su Ley de Protección de Datos en los últimos años. años. Sin embargo, estos avances no surgieron sin enfrentar profundos desafíos políticos, sociales, económicos e institucionales.
En términos prácticos, este informe se basa en el marco para el análisis de políticas de ciberseguridad desarrollado por Gonzalo Bustos Frati y Carolina Aguerre (disponible aquí) y se centra en mapear dinámicas multinivel que sustentan los procesos de formación y adopción de políticas de ciberseguridad, ciberdefensa y cibercrimen en Brasil.
Este documento se encuentra disponible únicamente en inglés.