Uno de los debates que ha surgido a partir de la pandemia sobre la educación. El acceso a dispositivos y conectividades, las habilidades digitales de estudiantes y docentes, la virtualización de los procesos pedagógicos y las modalidades de comunicación no presencial entre los diferentes actores de la comunidad educativa son algunos de los desafíos que se plantean en torno a este tema.
En este informe de política, Sebastián Benítez Larghi indaga en las condiciones sociales necesarias para llevar adelante la continuidad pedagógica, a través del análisis del Programa Conectar Igualdad (PCI) en Argentina.
Los principales hallazgos de la investigación señalan cinco dimensiones de análisis: conectividad; disponibilidad de hardware; software y contenidos digitales; conocimientos de tipo subjetivo, como el manejo de las tecnologías digitales y la capacidad de multitarea; y la dimensión inter-subjetiva.
Entre las recomendaciones, Benítez Larghi sostiene que se debe abordar la educación a distancia como un continuo y un complemento de las formas tradicionales. Además, que se deben redoblar los esfuerzos en infraestructura para garantizar la conectividad y el acceso equitativo al hardware. Asimismo, afirma que el diseño de programas de capacitaciones para el desarrollo de habilidades digitales por parte de docentes y estudiantes es fundamental para ampliar el abanico de habilidades digitales.
